Enseñar a corregir
Apuntes para una formación reglada de los correctores
Los días 3 y 4 de junio se celebraron las II Jornadas de Corrección de Textos en Español, organizadas por la Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales de la Universidad del Salvador (USAL), en esta ocasión en formato virtual. Bajo el lema «La correctología, una disciplina emergente», las jornadas abordaron la corrección como una tarea multidisciplinaria apoyada en las ciencias del lenguaje con el objetivo de abrir nuevos rumbos en los estudios de correctología y establecer nuevos paradigmas para mejorar la relación entre el corrector y el autor.
El encuentro se estructuró en conversatorios en los que intervinieron profesionales procedentes de muy distintos países. En ellos se habló del trabajo llevado a cabo por la Red de Asociaciones de Correctores de Textos en Español (RedActe), de la corrección especializada en textos institucionales y la necesidad de emplear un lenguaje claro o de los desafíos que debe afrontar el corrector en el ejercicio de su profesión, entre otros. Además, cada jornada se abrió con una sesión plenaria: «Kit de supervivencia digital de la corrección», de la mano de Antonio Martín, y «El verbo, la llave maestra para la corrección gramatical», a cargo de Hilda Albano.
Tras la sesión de Hilda Albano, el 4 de junio, tuvo lugar el conversatorio «Enseñar a corregir», moderado por Nuria Gómez Belart, en el que participaron Ana Lilia Arias, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición; María del Pilar Cobo González, directora de Emepecé Asesoría Lingüística; Ricardo Tavares, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad Metropolitana, y José Antonio Moreno, director académico del posgrado en Corrección y Asesoramiento Lingüístico en Español. En esta sesión se reflexionó acerca de las claves para la formación de correctores de textos en la actualidad.
Como mencionó José Antonio Moreno, ya no es habitual trabajar codo a codo con un corrector profesional para aprender el oficio; se ha producido una pérdida de referentes profesionales y se ha pasado de un proceso gremial, en el que el aprendiz aprendía del maestro mediante la observación y la práctica directas, a un proceso formal, planificado y ligado, en ocasiones, a la educación superior. Este cambio implica una sistematización de la corrección para definir el conjunto de habilidades y destrezas que se requieren para formarse como profesional; solo de esta manera se puede llevar a cabo un programa formativo que responda a las necesidades de los alumnos.
Según indicó Pilar Cobo, la oferta formativa en corrección ha aumentado considerablemente en los últimos años (sobre todo en 2020). Se trata de formaciones que varían en duración y se dirigen a un público diverso, pero todas comparten estructuras y contenidos similares que se ajustan, en mayor o menor medida, a los ámbitos y las competencias que presentaron José Antonio Moreno y Ricardo Tavares: ámbito lingüístico, normativo, técnico, tecnológico, editorial, profesional y personal. Las competencias en todos estos ámbitos son fundamentales para llevar a cabo las distintas fases de la corrección que indicó Ana Lilia Arias.
Los ponentes coincidieron en destacar el paso de un sistema empírico y gremial a otro sistematizado y formal, que debe preparar a los futuros correctores para afrontar la variedad de formatos, clientes y niveles de corrección. Hoy más que nunca, el corrector debe ser flexible; como dijo Ana Lilia: «Nuestro trabajo es muy amplio, no hay lugar donde no pueda entrar la corrección». Así pues, no convienen límites definidos, dado que cada vez es más habitual fuera del sector editorial, ya sea para empresas o particulares; del mismo modo, no es extraño que se pidan correcciones híbridas (estilo y ortotipografía) o niveles de intervención que superan la corrección y se adentran en la mejora del texto. Como profesionales del lenguaje, los correctores o asesores lingüísticos pueden llevar a cabo estas tareas si así se pacta con el cliente. Los cambios en la profesión traen consigo nuevos retos y oportunidades, y todo ello debe reflejarse en la formación que se ofrece, como procura Estilo URV.
Puedes ver el conversatorio íntegro en el siguiente vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=v8xMldFkSyk